martes, 5 de junio de 2007

MIERCOLES 6 DE JUNIO

Día litúrgico: Miércoles IX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mc 12,18-27): En aquel tiempo, se le acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer».
Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error».

Comentario: Pbro. D. Federico Elías Alcamán Riffo (Puchuncaví-Valparaíso, Chile)
«No es un Dios de muertos, sino de vivos»
Hoy, la Santa Iglesia pone a nuestra consideración —por la palabra de Cristo— la realidad de la resurrección y las propiedades de los cuerpos resucitados. En efecto, el Evangelio nos narra el encuentro de Jesús con los saduceos, quienes —mediante un caso hipotético rebuscado— le presentan una dificultad acerca de la resurrección de los muertos, verdad en la cual ellos no creían.
Le dicen que, si una mujer enviuda siete veces, «¿de cuál de ellos [los siete esposos] será mujer?» (Mc 12,23). Buscan, así, poner en ridículo la doctrina de Jesús. Mas, el Señor deshace tal dificultad al exponer que, «cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer, ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos» (Mc 12,25).
Y, dada la ocasión, Nuestro Señor aprovecha la circunstancia para afirmar la existencia de la resurrección, citando lo que le dijo Dios a Moisés en el episodio de la zarza: «Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob», y agrega: «No es un Dios de muertos, sino de vivos» (Mc 12,26-27). Ahí Jesús les reprocha lo equivocados que están, porque no entienden ni la Escritura ni el poder de Dios; es más, esta verdad ya estaba revelada en el Antiguo Testamento: así lo enseñaron Isaías, la madre de los Macabeos, Job y otros.
San Agustín describía así la vida de eterna y amorosa comunión: «No padecerás allí límites ni estrecheces al poseer todo; tendrás todo, y tu hermano tendrá también todo; porque vosotros dos, tú y él, os convertiréis en uno, y este único todo también tendrá a Aquel que os posea a ambos».
Nosotros, lejos de dudar de las Escrituras y del poder misericordioso de Dios, adheridos con toda la mente y el corazón a esta verdad esperanzadora, nos gozamos de no quedar frustrados en nuestra sed de vida, plena y eterna, la cual se nos asegura en el mismo Dios, en su gloria y felicidad. Ante esta invitación divina no nos queda sino fomentar nuestras ansias de ver a Dios, el deseo de estar para siempre reinando junto a Él.

JUEVES 7 DE JUNIO

Día litúrgico: Jueves IX del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mc 12,28-34): En aquel tiempo, se llego uno de los escribas y le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos».
Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Comentario: P. Rodolf Puigdollers i Noblom SchP (La Roca del Vallès-Barcelona, España)
«No existe otro mandamiento mayor que éstos»
Hoy, un maestro de la Ley le pregunta a Jesús: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» (Mc 12,28). La pregunta es capciosa. En primer lugar, porque intenta establecer un ránquing entre los diversos mandamientos; y, en segundo lugar, porque su pregunta se centra en la Ley. Está claro, se trata de la pregunta de un maestro de la Ley.
La respuesta del Señor desmonta la espiritualidad de aquel «maestro de la Ley». Toda la actitud del discípulo de Jesucristo respecto a Dios queda resumida en un punto doble: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón» y «amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mc 12,31). El comportamiento religioso queda definido en su relación con Dios y con el prójimo; y el comportamiento humano, en su relación con los otros y con Dios. Lo dice con otras palabras san Agustín: «Ama y haz lo que quieras». Ama a Dios y ama a los otros, y el resto de cosas será consecuencia de este amor en plenitud.
El maestro de la ley lo entiende perfectamente. E indica que amar a Dios con todo el corazón y a los otros como a uno mismo «vale más que todos los holocaustos y sacrificios» (Mc 12,33). Dios está esperando la respuesta de cada persona, la entrega plena «con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas» (Mc 12,30) a Él, que es la Verdad y la Bondad, y la entrega generosa a los otros. Los «sacrificios y ofrendas» tan solamente tienen sentido en la medida que sean expresión verdadera de este doble amor. ¡Y pensar que a veces utilizamos los “pequeños mandamientos” y «los sacrificios y las ofrendas» como una piedra para criticar o herir al otro!
Jesús comenta la respuesta del maestro de la Ley con un «no estás lejos del Reino de Dios» (Mc 12,34). Para Jesucristo nadie que ame a los demás por encima de todo está lejos del reinado de Dios.

ANTHONY DE MELLO

"Que se necesita para comprender la fórmula de la felicidad? Una sola cosa: LA CAPACIDAD DE ESCUCHAR"

"Si rechazamos lo nuevo, no estamos dispuestos a escuchar.
Pero si lo aceptamos sin discriminar, tampoco estamos escuchando"

"Aprende a contentarte con lo que tienes, aprende a ser autosuficiente"

"La última cosa que quiere un paciente es la cura; no quiere curarse, busca alivio".

"Se te ha ocurrido alguna vez que aquello que llamas felicidad es en realidad tu CADENA?"

"VIVIR COMO UN REY" significa no saber en absoluto de ansiedades, de conflictos internos, vivir sin tensiones,sin presiones, sin desconcierto, sin congoja.

"Tu y yo hemos sido adiestrados para hacer depender nuestra felicidad de ciertas cosas"

"Hemos sido adiestrados para depender emocionalmente de los demás, para no ser capaces de vivir emocionalmente sin ellos".

"Muchas personas no pueden siquiera concebir la idea de lanzarse a la acción sin antes perturbarse"

"Cuando uno se perturba, tiene menos energia para hacer cosas y tiene menos capacidad de percepción"

"Para alcanzar la iluminación, la espiritualidad, la liberación, todo lo que tienes que hacer es COMPRENDER"

"No arregles nada. Deja que todo siga su curso y se resolverá solo"

Muchas personas nunca cambian porque están muy decididas a cambiar. Están tan decididas que nunca cambian"

"La vida no es cruel contigo, la vida es fácil; es tu programación la que es cruel contigo"

"Si tu felicidad depende de alguien o de algo, no es felicidad, es inquietud, es tensión es presión, es temor"

"Una gran mentira que nos contaron cuando éramos niños es que necesitamos ser amados"

"Tu me das lo que quiero, entonces te quiero. No me das lo que quiero entonces te detesto"

"Nos dieron poder,reputación, fama, prestigio. NOS DIERON ESTA DROGA."

"El sentirse solitario no se cura con compañía humana: se cura con el contacto con la REALIDAD".

"En que crees que gasta su vida la mayoria de la gente? EN IMPRESIONAR A OTROS".

"CUANDO SEAIS CAPACES DE REIROS DE LA VIDA EN SU PROPIA CARA, SERÉIS SOBERANOS DEL MUNDO...EXACTAMENTE IGUAL QUE LA PERSONA DISPUESTA A MORIR".
(Del libro Medicina del alma de Anthony de Mello).

UNA CANCIÓN PARA MI HIJO



ERNESTO, MAURICIO,NICOLAS Y
ENZO.




UNA CANCIÓN PARA MI HIJO


Esta canción te envolverá con su música,
hijo mio, como un cálido abrazo de amor.
Mi canción rozará tu frente
como el beso con el que te bendigo.
Cuando te duela la soledad,
esta canción mia estará a tu lado,
susurrándote al oido;
cuando una multitud te rodee,
te protegerá sin sofocarte.
Mi cancion dará alas a tus sueños y conducirá
tu corazón hasta la frontera del misterio.
Cuando la noche oscurezca tu camino,
te guiará como la estrella mas confiable.
Mi canción brillará en tus ojos
y llevará tu mirada hasta la esencia de todo.
Y cuando la muerte silencie mi voz,
mi canción te hablará hijo mio,
desde lo mas profundo de tu corazón.
Rabindranath Tagore