jueves, 25 de octubre de 2007

LA ARMONIA DE LA CREACION

LA CONTEMPLACIÓN DE LA NATURALEZA, REVELA NO SOLO AL CREADOR, SINO TAMBIEN NUESTRO PAPEL EN EL MUNDO QUE ÉL CREO.
CON FE LA NATURALEZA REVELA LA GRANDEZA DE NUESTRA DIGNIDAD, COMO SERES CREADOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA. PARA TENER VIDA, PARE TENER VIDA ABUNDANTE Y PARA RESTABLECER LA ARMONIA ORIGINAL DE LA CREACIÓN, DEBEMOS RESPETAR LA IMAGEN DIVINA PRESENTE EN TODA LA CREACIÓN, EN ESPECIAL EN LA VIDA HUMANA.

PAZ DURADERA

LA PAZ QUE PERDURA SE CARACTERIZA POR LA MÚTUA ACPTACIÓN Y POR LA CAPACIDAD DE PERDONAR SINCERAMENTE. TODOS NECESITAMOS SER PERDONADOS POR LOS DEMÁS. DEBEMOS POR LO TANTO ESTAR LISTOS PARA PERDONAR.PEDIR Y CONCEDER PERDÓN ES ALGO PROFUNDAMENTE DIGNO DE LA HUMANIDAD. A VECES ES LA ÚNICA SALIDA PARA SITUACIONES MARCADAS POR EL ODIO VIOLENTO Y ANCESTRAL

MIRE EL ESPEJO Y VI UN EXTRAÑO QUE SE REPRIME

STEPHEN COVEY

Extraído del libro de Stephen Covey. (Viviendo los 7 hábitos)Observen en esta historia que sucede cuando el trabajo es el centro de nuestras actividades y afectos. También el profundo remolino cuando se agrega un nuevo centro, incluso uno tan importante como la familia. Por último debemos llegar a una tercera alternativa, una que envuelva y valorice todas las áreas importantes: un centro de principios. Cuando lo logremos como lo hizo este hombre, habrá llegado el equilibrio que buscamos, iremos mas al fondo de las cosas y tendremos orden e integridad en nuestro carácter y en su aspecto emocional. El resultado será una reducida necesidad de controlar a los demás, lo mismo que mayor productividad y felicidad en todas las áreas de nuestra vida.Pase toda mi vida adulta concentrado en mi trabajo. Laburaba de 12 a 14 horas al día seis días a la semana, para salir adelante. Constantemente me esforzaba por destacarme y ser recompensado. Aceptaba asignaciones de viajes, porque con eso daba la impresión de que era devoto de la empresa. Nos mudamos al centro de Chicago para estar más cerca de la oficina matriz. Pensaba que mi señora adoraba vivir ahí, y que le gustaba vivir así.Luego nació mi hijo. Como quise pasar más tiempo con él y con mi esposa, trataba de repartirme entre mi familia y el trabajo. Me sentía mal con mi familia por un lado y mal con el trabajo por el otro . Si dedicaba tiempo a mi familia, la parte del trabajo se afectaba, en la oficina debía correr de un lado para otro. Eso significaba dejar a mi familia. Entonces corría para estar con mi familia. Sentía que estaba corriendo entre dos puntos opuestos toda la semana. Lo intenté mucho, pero no logré equilibrarlo. No importaba lo rápido que corriera para ir a los dos lugares, no me era posible mantener un balance. Como me cansaba mucho me volví irritable, me olvidaba de lo que estaba haciendo, vociferaba a todo el mundo, y cada vez me alcanzaba menos el tiempo.Cuando empecé a pensar seriamente, sobre el principio de poner “primero lo primero”, me di cuenta de que mis prioridades no eran las correctas. No podía tener trabajo y familia a la vez, como el centro de mi vida. Si lo hacía, mi familia pasaría a un segundo plano como había estado hacía años. Necesitaba definir lo que era importante para mí. (Hábito dos: “comenzar con el fin en mente”). Luego ajustar mi vida de manera que mis acciones fueran congruentes con mis prioridades. (Hábito tres:”poner primero lo primero”). Solo entonces sentiría que mi vida tenía balance y que tenía un propósito.Al observar la manera que hacía mi trabajo me vi como un extraño que se reprimía. Me gustaba estar en la oficina para conocer toda decisión y ver sobre los hombros de los demás, para asegurar que todo se realizara como a mí me gustaba. Pensaba que nadie hacia las cosas como yo. En consecuencia, mi vida estaba llena de basura; por otro lado, reportes sin importancia, cuestionarios y hojas de datos llenaban mis días. Sentía que tenía que hacerme cargo de todo eso porque solo yo lo hacía bien. Estaba totalmente equivocado, al no delegar funciones, propiciaba el fracaso de los que estaban a mi cargo, pues no les daba la oportunidad de demostrar sus habilidades.Empecé entonces a dejar a los demás participar en esos asuntos. Mis compañeros de equipo tenían un rol más activo, en tanto que yo asumí el papel de consejero en la mayoría de los proyectos. Supe que ellos se sintieron más integrados.Para mi asombro y un poco de disgusto, me di cuenta que aquellos proyectos tan importantes que solo yo podía hacerlo, iban muy bien. Todos estaban contentos y yo tenía menos trabajo que realizar, lo cual significaba la revelación de todas las revelaciones: que tenía mas tiempo para dedicarle a lo realmente “importante”. Comencé por tomarme una hora para comer, lo cual lo hacía con mi esposa e hijo en ocasiones, aprendí el software, que usábamos en la oficina, mi productividad aumentó muchísimo. Pensé que con todo este tiempo libre habría oportunidad hasta de tomar unos cursos. (“Hábito 7, afilar la sierra”)Mi vida familiar cambió dramáticamente, nos fuimos a vivir en las afueras de Chicago, a un pequeño pueblito campestre. Resultó que a mi esposa nunca le había gustado vivir en la ciudad, y yo nunca pude darme cuenta: no tenía tiempo. En vez de pasar todo el tiempo en la oficina, mi hijo y yo disfrutábamos, íbamos al cine, comíamos rosetas de maíz, tomábamos alguna bebida y disfrutábamos del filme.

Llevo una mejor relación con mi esposa, pasamos más tiempo juntos y hacemos lo que queremos: caminamos, nadamos, andamos en bicicleta, y por sobre todas las cosa hablamos mucho. Ahora disfruto mucho mi vida, incluso hago bromas y me rio mucho.Lo que es más importante es que ya no estoy entre dos amos, la vida no es tan agitada como pensaba: hoy conozco la diferencia entre “QUE TRABAJO DEBE HACERSE Y CUAL PUEDE HACERSE” .Sobre todo el que no hay que realizar. Ese ya lo deje hace tiempo.“Cuando estamos entre dos valores, ambos buenos por lo general terminamos mal con los dos”. Tal es el caso entre el valor del trabajo y el de la familia .Enfocarse en un propósito o principio más alto no compromete.Se puede lograr mayor éxito y tener sinergia entre las acciones o los compromisos que se acepten.Para algunos el aspecto más importante de esta historia sería el cambio de paradigma que se llevó a cabo cuando nació el hijo de este hombre. Un paradigma es cómo se ve la realidad, el punto de vista propio del mundo. La manera más rápida de trasformar el paradigma de una persona es modificar su papel. Tan pronto como invertimos nuestro papel de esposo y padre, vemos el mundo diferente. Los cambios de paradigma o percepción son más profundos que los de conducta o actitud. Siempre he creído que si uno quiere una mejora significativa debe trabajar en su paradigma. Si las quiere menores, cuide su conducta y sus actitudes. Ya una vez, con un paradigma correcto de la realidad, donde el mapa refleje el territorio, trabaje en su conducta y sus actitudes..

EQUILIBIO

HABITACION 602 DE TERAPIA INTENSIVA-ONCOLOGIA

“Esta difícil situación de una gerente presionada por un proyecto urgente, de un jefe inseguro y una madre moribunda, ilustra el singular poder de la sinergia.”
Soy la madre de dos adolescentes, no tengo esposo y profesionalmente estaba en un momento crítico de mi carrera. Fui la gerente de proyecto de una iniciativa corporativa durante dos años. El proyecto estaba a punto de culminar y, anticipándome a su conclusión empezaba a asumir alguna de las responsabilidades de mi nuevo puesto en otra área. Sin embargo la orden fue clara: termina el proyecto lo antes posible.

Al mismo tiempo mi madre, que vivía a 2.000 kilómetros al sur de Texas, fue diagnosticada con cáncer. El pronóstico era peor de lo que esperábamos. Cuando el médico terminó la cirugía exploratoria nos dijo: en palabras que recuerdo hasta el día de hoy, “no hay nada que podamos hacer, le doy entre dos semanas y tres meses de vida.

La vida nos enseña como tener equilibrio para determinar lo que es importante. Obviamente la condición de mi madre era mi enfoque principal, como lo era mi carrera. L cuestión era de equilibrio. ¿Cómo podía pasar con mi madre todo el tiempo posible , cuidándola, y terminar el proyecto de manera profesional? Convencida de que no podría lograr ambas cosas debido a la distancia, concluí que debía dejar el proyecto y pedir a mi familia que nos fuéramos a vivir con mi madre.

Al tomar la decisión , necesitaba aplicar los hábitos interpersonales. (pensar ganar-ganar; BUSVAR PRIMERO ENTENDER Y LUEGO SER ENTENDIDO; Sinergizar) , para trabajar con mis empleados. Pensar ganar-ganar, fue fácil en ese caso. En realidad era devota de mi compañía; no quería dejarlos solos en este proyecto. Quería ganar para la empresa, pero sabía que necesitaba estar cerca de mamá en esas últimas semanas. Entonces pensé que dejar el proyecto a otra persona sería mejor para la compañía.

Me acerqué a mi supervisora para buscar primero entender. Ella era nueva en la compañía. Su desempeño era vigilado y necesitaba dar una buena impresión, por lo cual el proyecto debía terminar a tiempo y de forma efectiva.
Ella también uso el hábito 5 para primero entender mis necesidades y las de mi familia. Aprendí una lección clave ese día: cuando dos partes aplican con honestidad los hábitos 4 y 5, la sinergia fluye de modo natural. Uno no necesita hacer sinergia; ésta es la recompensa de pensar ganar-ganar efectivamente y buscar primero entender.
Durante los tres meses siguientes continué con mis responsabilidades en el proyecto, con una computadora portátil en el cuarto del hospital de mi madre. Si era necesario reunirse los compañeros de la oficina lo hacían y yo me unía a ellos vía telefónica, desde mi oficina temporal, la habitación 602. Por primera vez en su vida, mi madre estaba fascinada al ver a su hija trabajando. Comentaba sobre mis contribuciones a las reuniones y me preguntaba aspectos del proyecto. Le proporcioné una buena diversión a esa rutina de inyecciones, medicamentos, médicos y enfermeras. Al final el proyecto terminó exitosamente y pude pasar con mi madre hermosas horas, días y semanas.

El momento clave en esta historia ocurre cuando esta persona se acerca a la supervisora y comparte su dilema. Muchas personas titubean para hacer algo así porque tienen que confrontar sus miedos, en particular el temor de no terminar con el resultado deseado. Alguien lo contextualizó de manera hermosa “El valor es la calidad de toda cualidad en su puno de prueba más alto”.
El discernimiento clave que la mujer adquirió fue que la sinergia es el fruto.


VIERNES 26 DE OCTUBRE

Día litúrgico: Viernes XXIX del tiempo Ordinario

Texto del Evangelio (Lc 12,54-59): En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: ‘Va a llover’, y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: ‘Viene bochorno’, y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo».
Comentario: Rev. D. Frederic Ràfols i Vidal (Barcelona, España)

«¿Cómo no exploráis este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?»
Hoy, Jesús quiere que levantemos nuestra mirada hacia el cielo. Esta mañana, después de tres días de lluvia persistente, el cielo ha aparecido luminoso y claro en uno de los días más espléndidos de este otoño. Vamos entendiendo en el tema de cambios de tiempo, ya que ahora los meteorólogos son casi como de la familia. En cambio, nos cuesta más entender en qué tiempo estamos o vivimos: «Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?» (Lc 12,56). Muchos de los que escuchaban a Jesús dejaron perder una ocasión única en la historia de toda la Humanidad. No vieron en Jesús al Hijo de Dios. No captaron el tiempo, la hora de la salvación.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et Spes (n. 4), actualiza el Evangelio de hoy: «Pesa sobre la Iglesia el deber permanente de escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio (…). Es necesario, por tanto, conocer y comprender el mundo en que vivimos y sus esperanzas, sus aspiraciones, su modo de ser, frecuentemente dramático».
Cuando observamos la historia, no nos cuesta mucho señalar las ocasiones perdidas por la Iglesia por no haber descubierto el momento entonces vivido. Pero, Señor: ¿cuántas ocasiones no habremos perdido ahora por no descubrir los signos de los tiempos o, lo que es lo mismo, por no vivir e iluminar la problemática actual con la luz del Evangelio? «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?» (Lc 12,57), nos vuelve a recordar hoy Jesús.
No vivimos en un mundo de maldad, aunque también haya bastante. Dios no ha abandonado su mundo. Como recordaba san Juan de la Cruz, habitamos en una tierra en la que anduvo el mismo Dios y que Él llenó de hermosura. La beata Teresa de Calcuta captó los signos de los tiempos, y el tiempo, nuestro tiempo, ha entendido a la beata Teresa de Calcuta. Que ella nos estimule. No dejemos de mirar hacia lo alto sin perder de vista la tierra.