martes, 4 de diciembre de 2007

COMENTARIOS DE SACERDOTES JESUITAS

Encuentros con la Palabra
Domingo II Adviento – Ciclo A (Mateo 3, 1-12) – 9 de diciembre 2007
“¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!”

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*

“Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su predicación decía: ¡”Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!” Cuando nos dicen que tenemos que volvernos a Dios será porque nos hemos alejado de Él de mil maneras. Cada quien tendrá que preguntarse en este tiempo de Adviento, de dónde tiene que volver… A dónde lo han llevado sus propios intereses, sus gustos, sus necesidades insaciables… Qué tiene que hacer para prepararse para le venida del Señor… El reino de los cielos está cerca y no nos hemos dado cuenta.

Este tiempo de Adviento es una nueva oportunidad que nos ofrece la liturgia de la Iglesia para recomponer nuestro camino y volvernos a Dios. Pero, evidentemente, nadie vuelve de donde no cree que esté. Por tanto, el primer paso para volvernos a Dios es hacernos concientes de que nos hemos alejado y que nuestros pasos nos están llevando, por lentamente que sea, lejos del amor de Dios, conduciéndonos hacia el vacío absoluto. No es fácil dar el paso de la conciencia lúcida que es capaz de reconocer la distancia que nos separa del amor. El hijo pródigo de la parábola evangélica, necesitó verse sumido en la miseria, sin poder comer ni siguiera las ‘algarrobas’ que les daban a los cerdos… (Lc. 15, 16). Pedro necesitó sentirse mirado amorosamente por su maestro… (Lc. 22, 61). Pablo tuvo que caer al suelo, sintiéndose fulminado por una luz que lo dejó ciego por varios días… (Hch. 9, 4). Ignacio de Loyola necesitó que una bombarda de cañón le dejara una pierna rota y otra muy maltrecha…

Distintas experiencias que invitan a regresar a la casa del Padre… ¿Por dónde nos conducirá el Señor a nosotros? ¿Nos llevará hacia Él a través de una enfermedad o un golpe de dolor? ¿Nos atraerá como la miel atrae a las abejas? ¿Nos seducirá como un enamorado busca atrapar al amor de sus sueños? Cada uno de nosotros tiene un camino nuevo e intransitado para ir a Dios, como bien dice el poeta español, León Felipe:

“Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios por el mismo camino
que yo voy.

Para cada hombre,
guarda un rayo nuevo
de luz el sol,
y un camino virgen Dios”.

Revisa tu camino y descubre las llamadas que Dios te está haciendo para que vuelvas a Él. Aprovecha este tiempo de Adviento para regresar a la casa del Padre y déjate atraer por su amor infinito, que no quiere otra cosa sino darte vida y vida en abundancia (Jn. 10, 10). No rechaces las invitaciones del Señor, así vengan vestidas de fracaso o de éxito, de alegría o de dolor. Todas ellas son regalos de Dios para ti en esta Navidad que se acerca.

* Sacerdote jesuita, Director del Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios (CIRE)
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