domingo, 24 de junio de 2007

A DIOS LE GUSTAN LAS MUJERES



Enviado el Domingo, 24 de Junio del 2007 por gregor


Hoy he estado celebrando la eucaristía en la casa generalicia de unas amigas mías franciscanas. Me recibió sonriente y feliz Lourdes, que cuando era provincial me invitó varias veces a dirigir ejercicios a las hermanas de su provincia y ahora atiende la portería. Durante la cena pregunté por Rosario, la anterior superiora general. Está en una misión de Mozambique. Y la anterior a ella, Carmen, está limpiando culos —con perdón— en una residencia de mayores.
Son admirables estas mujeres, Padre. Ellas no saben qué es eso de la erótica del poder; sólo conocen la erótica del servicio y, cuando les corresponde ejercer un ministerio de autoridad, desean que termine pronto para servir otra vez directamente a los pobres.—Sí, hijo. Una de las cosas que mejor me salió durante la creación fue el corazón de la mujer. Mi Hijo os enseñó a llamarme “Padre”, e hizo bien porque en aquella cultura ni siquiera las mujeres habrían aceptado llamarme “Madre”, pero hoy es distinto. Por eso inspiré a Juan Pablo I para que dijera aquello de que Dios “es padre; más aún, es madre”. Y la inteligencia de las mujeres también me quedó muy bien. Habrás podido comprobar que, cuando dejáis de ponerles trabas para que estudien, obtienen mejores calificaciones que vosotros. Por eso me irrita profundamente que la Iglesia —”mi” Iglesia— esté aprovechando tan poco y tan mal el potencial de las mujeres. Os pediré cuentas por ello; ¡vaya si os las pediré! Sé que no debería decir que me irrito, porque es un antropopatismo, pero no puedo evitarlo. —¿Es un qué, Padre... maternal?
—Un antropopatismo, hijo, un antropopatismo: atribuir a Dios, o sea a mí, pasiones y sentimientos humanos. Muchas mujeres saben más griego que tú. Luis González-Carvajal
Extraido de enpaz.com